seguro de vida y ahorro de BMI

Soy Emily González, tengo 20 años y soy beneficiaria de la póliza de BMI de mi papi. Lastimosamente hace un año falleció mi padre y su asesora de seguros nos comunicó acerca de esta póliza; entregamos algunos requisitos nada fuera de lo común, y recibimos el dinero en la cuenta registrada de un banco ecuatoriano en menos de un mes. Gracias a esta póliza continué estudiando mi Universidad y con mi mami y hermanos nos hemos podido mantener este tiempo. Le agradezco a mi papi por haber pensado en nuestro bienestar incluso después de su partida. Ahora contraté mi propia póliza para asegurar mi futuro y el de mis seres queridos.

Mi nombre es María José Tito, tengo 38 años y vivo en Quito. Contraté la póliza de BMI hace 5 años por dos razones, una de ellas es ahorrar para mi futuro con el objetivo de ser independiente en mi tercera edad, con esta póliza a mis 53 años contaré con un monto de dinero que me permitirá jubilarme con estabilidad económica y la segunda razón es dejar una “herencia económica” a mis familiares más cercanos ya que mi póliza incluye un seguro de vida de $250.000.

Me llamo Pablo Caballero, actualmente tengo 53 años y contraté la póliza de BMI hace 10 años. Trabajo bajo relación de dependencia desde mis 20 años y a pesar de tener el seguro del IESS contraté la póliza ya que me brinda la seguridad de que voy a poder cobrar mis ahorros a mis 63 años, además en caso de fallecer antes de esta edad mi familia contará con un respaldo económico de $150.000 que les servirá para mantenerse algún tiempo. Me hubiera encantado conocer este producto a una edad más temprana ya que el costo hubiese sido menor, sin embargo, la seguridad y tranquilidad que me brinda no tiene precio.